domingo, 21 de junio de 2009

La predicción de Juan el Bautista. (Mc. 1. 2-8, Lc. 3. 3-9, 15-17, Jn. 1, 23, 26-27)

3. 1, En aquel tiempo se presentó Juan el Bautista, proclamando en el desierto de Judea: 2, ¨Conviértanse, porque el reino de los Cielos está cerca¨. 3, A él se refería el profeta Isaías cuando dijo:

Una voz grita en el desierto:
Préparen el camino del Señor,
allanen sus senderos.

4, Juan tenía una túnica de pelos de camello y un cinturón de cuero, y se alimentaba de langostas y miel silvestre. 5, La gente de Jerusalén, de toda la Judea y de toda la región del Jordán iba a su encuentro, 6, y se hacia bautizar por él en las aguas del Jordán, confesando sus pecados.
7, Al ver que muchos Fariseos y Saduceos se acercaban a recbir su bautismo, Juan les dijo: ¨Raza de víboras, ¿quién les enseñó a escapar de la ira de Dios que se acerca? 8, Produzcan el fruto de una sincera conversión, 9, y no se contenten con decir: ´Tenemos por padre a Abraham´. Porque yo les digo que de estas piedras Dios puede hacer surgir hijos de Abraham. 10, El hacha ya está puesta a la raíz de los árboles: el árbol que no produce buen fruto será cortado y arrojado al fuego. 11, Yo los bautizo con agua para que se conviertan; pero aquel que viene detrás de mí es más poderoso que yo y yo ni siquiera soy digno de quitarle las sandalias. El los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego. 12, Tiene en su mano la horquilla y limpiará su era: recogerá su trigo en el granero y quemará la paja en un fuego inextinguible¨.

LA PROMULGACIÓN DEL REINO DE LOS CIELOS.

PARTE NARRATIVA.

Antes de comenzar su misión, Jesús recibe el bautismo de Juan. Aunque él no tiene necesidad de ser bautizado, quiere hacerse plenamente solidario de sus hermanos. Juan se opone, pero Jesús insiste para que se cumpla ¨todo lo que es justo¨ (3.15). La ¨justicia¨, en el lenguaje de Mateo, es el perfecto cumplimiento de la volntad de Dios, la total sumisión a sus designios. La entrada en el Reino depende de esta ¨justicia¨ (5. 20), y Cristo quie realizarla en sí mismo antes de exigirla a sus discípulos. En respuesta a esta actitud de fidelidad, el Padre proclama la filiación divina de Jesús y lo acredica como su Enviado, revitiéndolo de su Espíritu.


Después del bautismo en el Jordán, Jesús es tentado por el espíritu del mal, que intenta apartarlo del verdadero camino mesánico. Así él revive las ¨pruebas¨ que había experimntado Israel en el edsierto, durante los cuarenta años de su marcha hacia la Tierra prometida. Y al vencer la tentación, Cristo asume el destino del Pueblo de Dios y manifiesta una vez más su absoluta fidelidad a la voluntad divina.

sábado, 20 de junio de 2009

El regreso de Egipto.

19, Cuando murió Herodes, el Angel del Señor se apareció en sueños a José, que estaba en Egipto, 20y le dijo: ¨Levantante, toma al niño y a su madre, y regresa a la tierra de Israel, porque han muerto los que atentaban contra la vida del niño¨. 21, José se se levantó, y tomó al niño y a su madre, y entró enla tierra de Israel. 22, Pero al saber que Arquelao reinaba en Judea, en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allí y, advertido en sueños, se retiró a la región de Galilea, 23, donde se estableció una ciudad llamada Nazaret. Así se cumplió lo que había sido anunciado por los profetas:


Será llamado Nazareno.

La Matanza de los inocentes.

Al verse engañado por los magos, Herodes se enfureció y mandó a mtar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años, de acuerdo con la fecha que los magos le habían indicado. Así se cumplió lo que había sido anunciado por el profeta Jeremías:
En Roma se oyó una voz,
hubo lágrimas y gemidos:
es Raquel, que llora a sus hijos
y no quiere que la consuelen,
porque ya no existen.

El exilio de Jesús en Egipto.

Después de la partida de los magos, el Angel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: ¨Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo¨. José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue Egitp. Allí permaneció hastala muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio del Profeta:

Desde Egipto llamé a mi hijo.

viernes, 19 de junio de 2009

LA VISITA DE LOS MAGOS.


Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén y preguntaron: ¨¿Dónde está el rey de los Judíos que acaba nacer? Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo¨. Al enterarse, el rey Herodes quedó desconcertado y con él toda Jerusalén. Entonces reunió a todos los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo, para preguntarles en qué lugar debía naer el Mesías. ¨En Belén de Judea, le respondieron, porque así está escrito por el Profeta:

Y tú, Belén, tierra de Judá,
Ciertamente no eres la menor
Entre las principales ciudades de Judá
Porque de ti surgirá un jefe
Que será el Pastor de mi Pueblo, Israel¨.


Herodes mandó a llamar secretamente a los magos y después de averiguar con precisión la fecha en que había aparecido la estrella, los envío a Belen, diciendoles: ¨Vayan e infórmense cuidadosamente acerca del niño, y cuando lo hayan encontrado, avísenme para que yo también vaya a rendirle homenaje¨. Después de oír al rey , ellos partieron. La estrella que habían visto en Oriente los precedía, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño. Cuando vieron la estrella se llenaron de alegría, y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones: oro, incienso y mirra. Como recibieron en sueños la advertencia de no regresar al palacio de Herodes, volvieron a su tierra por otro camino.

LA CONCEPCIÓN VIRGINAL Y EL NACIMIENTO DE JESÚS. (Luc. 2. 1-7)


Este fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no querí denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto. Mientras pensaba en esto, el Angel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: ¨José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo.¨ Ella dará a luz un hijo, a quién pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados¨.

Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que Señor había anunciado por el Profeta:

La virgen concebirá
y a dará a luz a quien pondrán
el nombre de Emmanuel,

que traducido significa: ¨Dios con nosotros¨.

Al despertar, José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado: llevó a María a su casa, y sin que hubieran hecho vida en común, ella dio a luz a un hijo, y él le puso el nombre de Jesús.




GENEOLOGÍA DE JESÚS. (Lc. 3. 23-38)


Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham:

EL EVANGELIO DE LA INFANCIA DE JESÚS.


Ya en el Evangelio de la infancia. Mateo nos anticipa quién es Jesús de Nazaret. Su ¨geneología¨ se ha ido gestando a lo largo de toda la historia de Israel, que en él llega a su plenitud. Como ¨hijo de David¨, él es el Mesías anunciado por los Profetas y esperado por el Pueblo judío. Como ¨hijo de Abraham¨, es fuente de bendición para todos los hombres. Pero él es mucho más todavía: es ¨Dios con nosotros¨ (1. 23). María lo concibió en su seno por obra del Espíritu Santo, y José, al darle el nombre de ¨Jesús¨ (1. 25), asumió sobre él la función paterna y lo incorporó legalmente a su linaje davídico.

Todos los relatos de la infancia tienen un estilo literario propio del Antiguo Testamento, en el que abundan las apariciones, los sueños y las repetidas intervenciones del ¨Angel del Señor¨. De esa manera, se quiere destacar la trascendencia de los acontecimientos narrados. Por eso, mucho más importante que el aspecto anecdótico es el sentido religioso de aquellos relatos. Así, por ejemplo, la adoración de los ¨magos¨, que representan a os pueblos paganos, significa que la Salvación no está reservada exclusivamente al Pueblo elegido, sino que es para todas las naciones. Así mismo, por su huída a Egipto y su vuelta a la Tierra prometida. Jesús aparece como otro Moisés, que se pone al frente de su Pueblo y lo conduce al Reino de Dios.

EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO.


El evangelio que lleva el nombre de MATEO –un recaudador de impuestos que abandonó su trabajo para seguir a Jesús (9.)- fue escrito hacia el 80 d.C. y está dirigido principalmente a los cristianos de origen judío.

Dado el Carácter de los destinatarios, Mateo cita con frecuencia textos del Antiguo Testamente y se apoya en ellos para mostrar que el designio de Dios anunciado por los Profeas alcanza su pleno cumplimiento en la persona y la obra de Jesús. El es el ¨Hijo de David¨, el ¨Enviado¨ para salvar a su Pueblo, el ¨Hijo del hombre¨ que habrá de manifestarse como Juez universal, el ¨Rey de Israel¨ y el ¨Hijo de Dios¨ por excelencia. Mateo también aplica a Jesús en forma explicita los oráctulos de Isaías sobre el ¨Servidor sufriente¨, que carga sobre sí nuestras debilidades y dolencias. Y al darle el título de ¨Señor¨, reservado sólo a Dios en el Antiguo Testamente, afirma implícitamente su condición divina.

Este evangelista atribuye una especial importancia a las enseñanzas de Jesús y las agrupa en cinco discursos, que forman como la trama de su Evangelio y están encuadrados por otras tantas secciones narrativas. El tema central de estos discursos es el Reino de Dios. En ellos, Cristo aparece como ¨el nuevo Moisés¨, que lleva a su plenitud la Ley de la Antigua Alianza. También es el ¨Maestro¨, que enseña ¨como quien tiene autoridad¨ (7. 29) la ¨justicia¨ de ese Reino inaugurado y proclamado.

El evangelio de Mateo ha sido llamado con razón ¨el Evangelio de la Iglesia¨, por el papel preponderante que ocupa en él la vida y la organización de la comunidad congregada en nombre de Jesús. Esta comunidad es el nuevo Pueblo de Dios, el lugar donde el Señor resucitado manifiesta su presencia y la irradia a todos los hombres. Por eso ella está llamada a vivir en el amor fraterno y el servicio mutuo, como condiciones indispensables para hacer visible el verdadero rostro de Jesucristo.


EL NUEVO TESTAMENTO.

De la ¨Antigua¨ a la ¨Nueva¨ Alianza.

Dios es más fiel al hombre que el hombre mismo. A pesar de todas las infidelidades de sus criaturas, ¨su fidelidad permaneec para siempre¨ (Sal. 117. 2). Por eso, ¨cuando se cumplió el tiempo establecido¨ (Gál. 4. 4), él envió a su mismo Hijo, a fin de hacernos pasar ¨de la muerte a la Vida¨ (Jn. 5. 24). Y esto, ¨no por las obras de justicia que habíamos realizado, sino solamente por su misericordia¨ (Tit. 3. 5). Así, mediante la Muerte y la Resurrección de Jesús, a la ANTIGUA ALIANZA, un nuevo pacto de amistad que transformó radicalmente las relaciones de Dios con la humanidad.

En esta Nueva Alianza se cumplió y llegó a su plenitud todo lo que estaba prefigurado y anunciado en la Antigua. El profeta Jereemís la había descrito como una total renovación interior, como un encuentro íntimo y personal de Dios con cada uno de sus hijos: ¨Llegarán los días –oráculo del Señor¨ en que estableceré un nueva Alianza con la casa de Israel y la casa de Judá. No será como la Alianza que establecí con sus padres el día en que los tomé de la mano para hacerlos salir del país de Egipto… Esta es la Alianza que estableceré con la casa de Israel, después de aquello sdías –oráculo del Señor-; pondré mi Ley detro ed ellos, y la escribiré en sus corazones; yo seré su Dios, y ellos serán mi Pueblo. Y ya no tendrán que enseñarse mutuamente, diciendose el uno al otro: ¨Conozcan al Señor¨. Porque todos me conocerán, del más pequeño al más grande –oráculo del Señor-. Porque yo habré perdonado su iniquidad y no me acordaré más de su pecado¨ (Jer. 31. 31-34).


Estas dos Alianzas tienen su línea demarcatoria en Jesucristo. El es el ¨Mediador¨ de la Nueva Alianza anunciada por los Profetas y esperada por el Pueblo elegido. Más aún, al ser ¨Dios en nosotros¨, él realiza esa Alianza en su propia Persona, estableciendo un vínculo indestructible entre Dios y los hombres. De allí que esta Nueva Alianza, al mismo tiempo que renueva y perfecciona la Antigua, la trasciende y le confiere una proyección insospechada.