domingo, 21 de junio de 2009

LA PROMULGACIÓN DEL REINO DE LOS CIELOS.

PARTE NARRATIVA.

Antes de comenzar su misión, Jesús recibe el bautismo de Juan. Aunque él no tiene necesidad de ser bautizado, quiere hacerse plenamente solidario de sus hermanos. Juan se opone, pero Jesús insiste para que se cumpla ¨todo lo que es justo¨ (3.15). La ¨justicia¨, en el lenguaje de Mateo, es el perfecto cumplimiento de la volntad de Dios, la total sumisión a sus designios. La entrada en el Reino depende de esta ¨justicia¨ (5. 20), y Cristo quie realizarla en sí mismo antes de exigirla a sus discípulos. En respuesta a esta actitud de fidelidad, el Padre proclama la filiación divina de Jesús y lo acredica como su Enviado, revitiéndolo de su Espíritu.


Después del bautismo en el Jordán, Jesús es tentado por el espíritu del mal, que intenta apartarlo del verdadero camino mesánico. Así él revive las ¨pruebas¨ que había experimntado Israel en el edsierto, durante los cuarenta años de su marcha hacia la Tierra prometida. Y al vencer la tentación, Cristo asume el destino del Pueblo de Dios y manifiesta una vez más su absoluta fidelidad a la voluntad divina.

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