miércoles, 1 de julio de 2009
La actividad de Jesús en Galilea. ( Lc. 4. 44, 6. 17-18; Mc. 1. 39, 3. 7-8)
Los primeros discípulos. (Mc. 1. 16-20; Lc. 5. 1-11)
21, Continuando su camino, vio a otros dos hermanos: a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca con Zebedeo, su padre, arreglando las redes; y Jesús los llamó. 22, Inmediatamente, ellos dejaron la barca y a su padre, y lo siguieron.
El comienzo de la predicación de Jesús. (Mc. 1, 14-15; Lc. 4. 14-15)
15, ¡Tierra de Zabulán, tira de Neptalí,
Camino del mar, país de la Transjordania,
Galilea de las naciones!
16, El pueblo que se hallaba en tinieblas
Vio una gran luz;
Sobre los que vivías en las oscuras regiones de la muerte,
Se levantó una luz.
17, A partir de ese momento, Jesús comenzó a proclamar: ¨Conviértanse, poque el Reino de los Cielos está cerca¨.
Las tentaciones de Jesús en el desierto. (Mc. 1. 12-13; Lc. 4. 1-13)
¨Está escrito:
El hombre no vive solamente de pan,
Sino de toda palabra que sale de la boca de Dios¨.
5, Luego el demonio llevó a Jesús a la Ciudad santa y lo puso en la parte más alta del Templo, 6, diciendole: ¨Si tu eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito:
Dios dará órdenes a sus ángeles,
Y ellos te llevarán en sus manos
Para que tu pie no tropiece con ninguna piedra¨.
7, Jesús le respondió: ¨También está escrito:
No tentarás al Señor, tu Dios¨.
8, El demonio lo llevó luego a una montaña muy alta; desde allí le hizo ver todos los reinos del mundo con todo su esplendor, 9, y le dijo: ¨Te daré todo esto, si te postras para adorarme¨. 10, Jesús le respondió: ¨Retírate, Satanás, porque está escrito:
Adorarás al Señor, tu Dios,
Y a él solo rendirás culto¨.
11, Entonces el demonio lo dejó, y unos ángeles se acercaron para servirlo.
El bautismo de Jesús.
15, Pero Jesús le respondió ¨Ahora déjame hacer esto, porque conviene que así cumplamos todolo que es justo¨. Y Juan se lo permitió.
16, Apenas fue bautizado, Jesús salió del agua. En ese momento se abrieron los cielos, y vió al Espíritu de Dios descender como una paloma y dirigirse hacia él. 17, Y se oyó una voz del cielo que decía: ¨Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta toda mi predilección¨.
domingo, 21 de junio de 2009
La predicción de Juan el Bautista. (Mc. 1. 2-8, Lc. 3. 3-9, 15-17, Jn. 1, 23, 26-27)
Una voz grita en el desierto:
Préparen el camino del Señor,
allanen sus senderos.
4, Juan tenía una túnica de pelos de camello y un cinturón de cuero, y se alimentaba de langostas y miel silvestre. 5, La gente de Jerusalén, de toda la Judea y de toda la región del Jordán iba a su encuentro, 6, y se hacia bautizar por él en las aguas del Jordán, confesando sus pecados.
7, Al ver que muchos Fariseos y Saduceos se acercaban a recbir su bautismo, Juan les dijo: ¨Raza de víboras, ¿quién les enseñó a escapar de la ira de Dios que se acerca? 8, Produzcan el fruto de una sincera conversión, 9, y no se contenten con decir: ´Tenemos por padre a Abraham´. Porque yo les digo que de estas piedras Dios puede hacer surgir hijos de Abraham. 10, El hacha ya está puesta a la raíz de los árboles: el árbol que no produce buen fruto será cortado y arrojado al fuego. 11, Yo los bautizo con agua para que se conviertan; pero aquel que viene detrás de mí es más poderoso que yo y yo ni siquiera soy digno de quitarle las sandalias. El los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego. 12, Tiene en su mano la horquilla y limpiará su era: recogerá su trigo en el granero y quemará la paja en un fuego inextinguible¨.
LA PROMULGACIÓN DEL REINO DE LOS CIELOS.
sábado, 20 de junio de 2009
El regreso de Egipto.
La Matanza de los inocentes.
El exilio de Jesús en Egipto.
viernes, 19 de junio de 2009
LA VISITA DE LOS MAGOS.
Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén y preguntaron: ¨¿Dónde está el rey de los Judíos que acaba nacer? Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo¨. Al enterarse, el rey Herodes quedó desconcertado y con él toda Jerusalén. Entonces reunió a todos los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo, para preguntarles en qué lugar debía naer el Mesías. ¨En Belén de Judea, le respondieron, porque así está escrito por el Profeta:
Y tú, Belén, tierra de Judá,
Ciertamente no eres la menor
Entre las principales ciudades de Judá
Porque de ti surgirá un jefe
Que será el Pastor de mi Pueblo, Israel¨.
Herodes mandó a llamar secretamente a los magos y después de averiguar con precisión la fecha en que había aparecido la estrella, los envío a Belen, diciendoles: ¨Vayan e infórmense cuidadosamente acerca del niño, y cuando lo hayan encontrado, avísenme para que yo también vaya a rendirle homenaje¨. Después de oír al rey , ellos partieron. La estrella que habían visto en Oriente los precedía, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño. Cuando vieron la estrella se llenaron de alegría, y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones: oro, incienso y mirra. Como recibieron en sueños la advertencia de no regresar al palacio de Herodes, volvieron a su tierra por otro camino.
LA CONCEPCIÓN VIRGINAL Y EL NACIMIENTO DE JESÚS. (Luc. 2. 1-7)
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que Señor había anunciado por el Profeta:
La virgen concebirá
y a dará a luz a quien pondrán
el nombre de Emmanuel,
que traducido significa: ¨Dios con nosotros¨.
Al despertar, José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado: llevó a María a su casa, y sin que hubieran hecho vida en común, ella dio a luz a un hijo, y él le puso el nombre de Jesús.
EL EVANGELIO DE LA INFANCIA DE JESÚS.
Todos los relatos de la infancia tienen un estilo literario propio del Antiguo Testamento, en el que abundan las apariciones, los sueños y las repetidas intervenciones del ¨Angel del Señor¨. De esa manera, se quiere destacar la trascendencia de los acontecimientos narrados. Por eso, mucho más importante que el aspecto anecdótico es el sentido religioso de aquellos relatos. Así, por ejemplo, la adoración de los ¨magos¨, que representan a os pueblos paganos, significa que la Salvación no está reservada exclusivamente al Pueblo elegido, sino que es para todas las naciones. Así mismo, por su huída a Egipto y su vuelta a la Tierra prometida. Jesús aparece como otro Moisés, que se pone al frente de su Pueblo y lo conduce al Reino de Dios.
EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO.
El evangelio que lleva el nombre de MATEO –un recaudador de impuestos que abandonó su trabajo para seguir a Jesús (9.)- fue escrito hacia el 80 d.C. y está dirigido principalmente a los cristianos de origen judío.
Dado el Carácter de los destinatarios, Mateo cita con frecuencia textos del Antiguo Testamente y se apoya en ellos para mostrar que el designio de Dios anunciado por los Profeas alcanza su pleno cumplimiento en la persona y la obra de Jesús. El es el ¨Hijo de David¨, el ¨Enviado¨ para salvar a su Pueblo, el ¨Hijo del hombre¨ que habrá de manifestarse como Juez universal, el ¨Rey de Israel¨ y el ¨Hijo de Dios¨ por excelencia. Mateo también aplica a Jesús en forma explicita los oráctulos de Isaías sobre el ¨Servidor sufriente¨, que carga sobre sí nuestras debilidades y dolencias. Y al darle el título de ¨Señor¨, reservado sólo a Dios en el Antiguo Testamente, afirma implícitamente su condición divina.
Este evangelista atribuye una especial importancia a las enseñanzas de Jesús y las agrupa en cinco discursos, que forman como la trama de su Evangelio y están encuadrados por otras tantas secciones narrativas. El tema central de estos discursos es el Reino de Dios. En ellos, Cristo aparece como ¨el nuevo Moisés¨, que lleva a su plenitud la Ley de la Antigua Alianza. También es el ¨Maestro¨, que enseña ¨como quien tiene autoridad¨ (7. 29) la ¨justicia¨ de ese Reino inaugurado y proclamado.
El evangelio de Mateo ha sido llamado con razón ¨el Evangelio de la Iglesia¨, por el papel preponderante que ocupa en él la vida y la organización de la comunidad congregada en nombre de Jesús. Esta comunidad es el nuevo Pueblo de Dios, el lugar donde el Señor resucitado manifiesta su presencia y la irradia a todos los hombres. Por eso ella está llamada a vivir en el amor fraterno y el servicio mutuo, como condiciones indispensables para hacer visible el verdadero rostro de Jesucristo.
EL NUEVO TESTAMENTO.
En esta Nueva Alianza se cumplió y llegó a su plenitud todo lo que estaba prefigurado y anunciado en la Antigua. El profeta Jereemís la había descrito como una total renovación interior, como un encuentro íntimo y personal de Dios con cada uno de sus hijos: ¨Llegarán los días –oráculo del Señor¨ en que estableceré un nueva Alianza con la casa de Israel y la casa de Judá. No será como la Alianza que establecí con sus padres el día en que los tomé de la mano para hacerlos salir del país de Egipto… Esta es la Alianza que estableceré con la casa de Israel, después de aquello sdías –oráculo del Señor-; pondré mi Ley detro ed ellos, y la escribiré en sus corazones; yo seré su Dios, y ellos serán mi Pueblo. Y ya no tendrán que enseñarse mutuamente, diciendose el uno al otro: ¨Conozcan al Señor¨. Porque todos me conocerán, del más pequeño al más grande –oráculo del Señor-. Porque yo habré perdonado su iniquidad y no me acordaré más de su pecado¨ (Jer. 31. 31-34).
Estas dos Alianzas tienen su línea demarcatoria en Jesucristo. El es el ¨Mediador¨ de la Nueva Alianza anunciada por los Profetas y esperada por el Pueblo elegido. Más aún, al ser ¨Dios en nosotros¨, él realiza esa Alianza en su propia Persona, estableciendo un vínculo indestructible entre Dios y los hombres. De allí que esta Nueva Alianza, al mismo tiempo que renueva y perfecciona la Antigua, la trasciende y le confiere una proyección insospechada.